
Vicent Perez
Software Engineer & Tech Lead
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Road to AWS Solutions Architect – Professional (Día 6/20) ⬇️
Hoy vengo con una reflexión, tal vez un poco controversial, sobre el uso de cloud providers (como AWS) versus servidores privados virtuales (VPS).
A priori puede parecer un poco contradictorio con los posts que estoy escribiendo estos días sobre AWS. Pero soy de los que piensa que el fanatismo no es bueno, y que es clave mantener una mirada crítica siempre, en todo, pero especialmente en tecnología.
Cuando hablamos de cloud, nos vienen a la cabeza palabras como: time-to-market, foco en producto, velocidad, seguridad, disponibilidad, escalabilidad...
Pero ¿a qué precio?
Usar servicios gestionados nos da muchas ventajas. Levantas una base de datos replicada con un par de clics, utilizas balanceadores de carga sin apenas configuración, funciones que hacen pulling de colas sin tener que implementar nada, monitoreo, alertas... todo en pocos pasos.
Sin preocuparte por el sistema operativo, la red, ni las actualizaciones de seguridad.
Pero:
¿Eso significa que es la mejor opción para todo?
¿Y si no necesitas alta disponibilidad?
¿Y si tu presupuesto es muy limitado?
¿Y si ese nivel de abstracción y pérdida de control te está perjudicando?
Las abstracciones nos ayudan… hasta que se convierten en un problema.
Soy de los que cree que si no tienes un mínimo de conocimiento sobre lo que está pasando por debajo -> estás perdido.
Por eso pienso que, antes de enfocarnos o especializarnos en un cloud provider, deberíamos entender y aprender conceptos básicos:
✅ Movernos en entornos Linux
✅ Conocer cómo funcionan las redes, los puertos y los firewalls.
✅ Entender permisos, cifrado y backups
✅ Dominar Docker
✅ Configurar servidores web
✅ Gestionar DNS y certificados SSL
✅ Tener nociones de monitoreo y logs
✅ Automatizar tareas con scripts
Y es ahí donde un simple servidor privado puede aportar muchísimo.
No hay servicios gestionados que te salven: te toca configurar todo, nginx, docker, puertos, permisos... además de resolver tus propios errores. Así se aprende.
Y no solo eso, también hay que tener en cuenta que un VPS puede ser más que suficiente para muchos casos de uso:
🔹 Proyectos personales
🔹 MVPs
🔹 Aplicaciones internas
Negocios que priorizan costes
🔹 Sistemas poco críticos
Automatizaciones
⚖️ No todo necesita autoscaling, alta disponibilidad o failover global.
Y eso está bien. Y a bajo coste.
Muchas veces usamos AWS por defecto, por moda o por comodidad, como si fuera la única forma válida de hacer infraestructura.
Pero cada herramienta tiene su contexto ideal. Elegir bien es parte del oficio. Parte de nuestra responsabilidad.
Para mi ser crítico no significa estar en contra. Significa entender los límites, las consecuencias, y sobre todo, no caer en tendencias sin pensar.
Entender bien el cloud no es solo saber usarlo, sino saber cuándo conviene y cuándo no.
¿Y tu? ¿Qué opinas? Te leo!